Ya llevaba unos dĂas trabajando en la cafeterĂa y todo parecĂa ir bien. Limpiaba, recogĂa, fregaba, como en casa pero le pagaban por ello. AdemĂĄs ya comenzaba a manejar la maquina del cafĂ© y seguro en breve no solo los llevarĂa mesa por mesa, sino que podrĂa preparar un excelente cafetito.
Milton: EY señorita, ¿Qué tal la experta cafetera?
Zoe: Pues feliz , la verdad, ya no es solo el dinerito de trabajo, es que no pensé que sirviendo cafés, iban a ir tan bien las propinas. Prontito mirare la habitación y estoy ilusionada.
Si, se la veĂa muy ilusionada , muchĂsimo, al mismo nivel en que Milton estaba preocupado. No querĂa que se fuera , pero no podĂa pedirle que se quedara. No podĂa sacarse el beso de navidad de la cabeza. Solo deseaba repetirlo de nuevo. Pero aquello no estaba bien. HabĂa tratado de mantener todo en su sitio desde que comenzĂł con Nalani, el y Zoe ya no tenĂan aquel tipo de relaciĂłn. Ahora Zoe era su amiga, la mama de su hijo y bajo ningĂșn concepto le harĂa aquello. Pero es que deseaba tanto besarla.
(Y aquĂ os dejo la muestra de que a pesar de tener una conexiĂłn profunda con ambas, aquĂ nuestro Hombre menta, siente pura adoraciĂłn por Zoe. Esto es un graaaan problema)
Wyatt se habĂa despertado temprano y Ă©l, que es un santo, no habĂa ni rechistado. Se habĂa puesto a jugar con sus bloques y para cuando Zoe se habĂa dado cuenta, el pequeñajo ya estaba todo tristĂłn, pero de llorar nada. (Un santo lo que yo digo.)
DespuĂ©s de desayunar, y un bañito rico rico, habĂa que aprovechar el solecito de la mañana y por supuesto, el jardĂn y la canasta eran una opciĂłn perfecta.
Como cada dĂa Milton estaba en el laboratorio trabajando y Zoe aprovechaba para organizar la casa y pasar tiempo con Wyatt y Menta. Pero hoy, Zoe habĂa recibido la llamada de un viejo amigo y compañero de piso, J HUnginton III, " J " para los amigos. HabĂan tenido su pequeña historia en su momento, pero entre que el se habĂa ido por cuestiones de trabajo y que ella habĂa conocido a Milton, no habĂan vuelto a hablar.
J: Vaya estas super guapa Zoe, tenia muchas ganas de verte. Aunque no he de negarte que cuando he vuelto y los chicos me han puesto al dĂa, me he quedado un poco sorprendido.
Zoe: Bueno son cosas que pasan J, tampoco entraba dentro de mis planes ser mama, pero pasĂł y aquĂ me tienes. Y Wyatt es lo mas impĂłrtate para mi en mi vida, no me arrepiento en absoluto.
J: Hay que reconocer que es guapo el condenado, pero es que no podĂa ser de otra manera con tremenda mama.
Zoe: Tu siempre tan adulador.
J: Pero no entiendo, me dices que no estas con su papa, pero que vives con el ÂżPor que?
Zoe: Supongo que en un principio era la opciĂłn fĂĄcil, sola , embarazada, el y yo tenĂamos algo, aun no se como catalogar lo que tenĂamos, pero poco a poco se perdiĂł y aquĂ me tienes tratando de reunir lo suficiente para irme.
Zoe y J trataban de ponerse al dĂa, era complicado explicar la situaciĂłn, pero J no pretendĂa juzgar sus decisiones, tan solo pasar un ratito con ella.
J: Y no se , Âżes posible que me regales entonces un ratito de tu compañĂa?Âż Puedo invitarte a cenar sin problema?
Zoe sonriĂł, pues claro que no habĂa problema , es mas, es lo que ella estaba necesitando.
Zoe: Pues claro, si quieres hoy mismo, en un ratito llega Milton, el se quedara con el niño. Yo siempre lo hago cuando sale con su novia.
(Mientras yo me deshago con esta cosita. Me lo como)
Finalmente Milton y Nalani llegaban del laboratorio.
Milton quedo extrañado ÂżQuiĂ©n era aquel tĂo que estaba con Zoe?
Milton : ÂżHola!?
Zoe: Hola Milton , te estaba esperando necesito que te quedes con Wyatt, voy a salir a cenar. Por cierto os presento, J este es el papa de Wyatt, Milton el es J, un viejo amigo.
Los chicos se saludaron cordialmente, aunque era perceptible ese aire de rivalidad.
Zoe: Hola Nalani, espero que no os importe, que no tuvierais planes.
Nalani: Por supuesto que no Zoe , ve tranquila, y diviértete. Necesitas despejar un poco, nosotros nos ocupamos del pequeño Wyatt.
Wyatt: Maammaaaa!
Wyatt recién se despertaba de su siesta y no le hizo ninguna gracia ver como mama marchaba, y os aseguro que tampoco a MIlton.
Pero Zoe se sentĂa liberada. Amaba pasar tiempo con su pequeño, pero aquella casa se le estaba echando encima.
Zoe: No se que pedir,Âż tu ves algo interesante?
J: Uff parece que la carta ha cambiado desde que venĂamos juntos.
Zoe: Es que de eso ya hace mucho tiempo J.
J: Pues a mi me parece como si hubiera sido ayer, te veo igual de bonita que siempre.
Era divertido encontrarse de nuevo. Disfrutaron de una agradable charla mientras cenaban.
J: No se porque sigues alli Zoe. Yo puedo ayudarte.
Zoe: ÂżY salir de depender de Milton para depender de ti?, no gracias.
J: Solo te estoy ofreciendo mi ayuda, Zoe. No pido nada a cambio. EstarĂa encantado de que me dieras una oportunidad, eso si đđ Sobra decir que quien termino lo nuestro fuiste tu. Bueno aunque apenas dejaste que comenzara.
Zoe: ÂżTe recuerdo que te marchabas?. No pretenderĂas que saliĂ©ramos a distancia J, esas cosas no se me dan bien.
J: Bueno, ahora estoy aquĂ, no tienes excusa para no intentarlo.
Zoe: Que soy mama, Âżte parece poco?
J: No le veo el problema.
Después de cenar decidieron seguir en el bar de al lado.
Zoe: Veo que sigues bien entrenado, pero nunca pudiste conmigo. No creas lo conseguirĂĄs hoy.
Zoe se habĂa divertido mucho, pero se habĂa echo super tarde y querĂa regresar a casa.
J: Ok te acompaño, pero en serio Zoe piĂ©nsate lo que hablamos por favor, me gustarĂa que lo intentĂĄramos. No he podido olvidar lo que tuvimos y ahora que he vuelto me gustarĂa que me dieras una oportunidad.
Zoe: No se J, todo es diferente ahora, no puedo prometerte nada. El niño, mi vida, yo, ya no es lo mismo que cuando te fuiste.
J: Venga Zoe, el niño es solo algo bueno añadido a lo que ya tienes. Seguro que nos llevamos bien, me encantan los pequeñajos, se me dan bien. Puedo ser su amigo, no pretendo ser su papa el ya tiene uno, pero no por eso tu tienes que renunciar a ser feliz. Vives con el papa de tu hijo, que esta saliendo con otra persona. Te mereces algo mejor.
J tenia razĂłn en todo lo que decĂa. Necesitaba sentirse querida, deseada otra vez. Necesitaba darse una oportunidad. Y J habĂa vuelto, Âżpor que no retomarlo donde lo habĂan dejado? No le debĂa nada a nadie. AsĂ que se giro y le beso.
Alli comenzaba su nueva oportunidad.
(Y bueno aquĂ os dejo como siempre el enlace hacia el makeover en el blog de J HUnginton III con un par de fotitos del chico)
Pero que guapo tu J!!... Me lo como con patatas đđ